LIBRERÍA de artículos
El coaching es un proceso que ayuda a las personas a alcanzar sus objetivos. Puede utilizarse en muchos ámbitos diferentes de la vida, como el desarrollo personal, los negocios y hasta en los deportes.
El coaching es una forma estupenda de conseguir lo que quieres en la vida. En esta entrada de blog, responderemos a las preguntas más comunes sobre el coaching.
Hablaremos sobre qué es el coaching, qué no es, roles, para qué sirve y mucho más.
Según la International Coaching Federation (ICF), el coaching profesional es una metodología de cambio y aprendizaje que funciona mediante una asociación entre un coach y un cliente o coachee.
Este proceso de acompañamiento reflexivo y creativo, busca inspirar a las personas para maximizar la liberación del potencial personal y profesional.
Lo anterior se logra a través una conversación que está basada en las preguntas que formula un coach, no en sus opiniones o consejos.
La conversación está enfocada, entre otras cosas, en que el cliente ponga sus capacidades y habilidades al servicio del logro de un objetivo específico y significativo.
El coaching no es un evento, es un programa compuesto por sesiones de trabajo a nivel individual que ocurren a través del tiempo.
En estas sesiones, se observa, apoya, acompaña, evalúa y evoca la motivación de cada cliente en particular durante un periodo de tiempo determinado. Por lo tanto, el proceso tiene un inicio y un fin.
En resumen, podemos afirmar que el objetivo último de un proceso de coaching consiste en ayudar al cliente a alcanzar una meta específica a través de la mejora del desempeño, respetando los recursos, capacidades, habilidades y competencias de cada quien.
Existe mucha confusión en relación con qué es y qué no es coaching.
Muy a menudo las personas utilizan el término para referirse a otras profesiones.
Por lo tanto, resulta esencial no solo saber qué es coaching, como acabo de mencionar, sino también qué no es coaching.
Lo importante es saber que un coach no hace terapia, no da consejos ni le dice al cliente lo que tiene que hacer.
Un coach observa, escucha, evalúa, y pregunta. Dicho en pocas palabras, el coach tiene las preguntas y el cliente las respuestas.
Pueden existir tres roles específicos en coaching, aunque no siempre los tres estarán presentes:
Se refiere al profesional que acompaña al cliente en la consecución de un objetivo mediante un proceso de desarrollo a nivel personal o profesional.
Un coach se considera un profesional cuando se compromete a poner en práctica las 8 competencias de la ICF, y también, a respetar el Código Ético.
Adicionalmente, se considera que existe una relación de coaching profesional de coaching cuando se establece un acuerdo (incluye un contrato escrito) que define las responsabilidades de cada una de las partes.
Tal y como comenté anteriormente, el coach plantea preguntas poderosas en función de un modelo de coaching y en el marco de un proceso.
Existen varios modelos. Por un lado, está el mundialmente famoso método GROW, y por el otro, uno aún más detallado: Coaching DiRECTO.
Las responsabilidades del coach son:
Descubrir, clarificar y definir los objetivos del cliente.
Animar a los clientes a encontrar sus propias respuestas.
Asistir a los clientes en la elaboración de estrategias innovadoras.
Facilitar en los clientes la aceptación de la responsabilidad con el proceso y sus objetivos.
El cliente, también conocido como coachee, es la persona que recibe coaching por parte de un coach.
El cliente es el verdadero protagonista del coaching y es quien tiene la responsabilidad de aprender y cambiar para lograr la meta que se requiere alcanzar.
El patrocinador suele ser la empresa u organización que dirige y financia los servicios de coaching prestados a un cliente a través de sus representantes.
En todos los casos, los derechos, las responsabilidades y funciones, tanto del cliente como del patrocinador, deben estar recogidos en un contrato de servicios de coaching.
El coaching puede ser útil para varias cosas.
Puede ayudar a las personas a identificar y alcanzar sus objetivos.
Permite superar obstáculos.
Facilita el desarrollo de nuevas habilidades y conocimientos.
Favorece el aumento de la confianza en uno mismo.
Sirve para recibir apoyo.
Aumenta los niveles de motivación.
Ayudar a las personas a pasar a la acción.
Permite a la gente realizar cambios en sus vidas.
En última instancia, la utilidad del coaching dependerá de la persona y de lo que quiera conseguir.
Sin embargo, hay muchos beneficios potenciales que lo convierten en una opción atractiva para quienes buscan hacer cambios positivos en sus vidas.
De acuerdo al libro Coaching con PNL, objetivos, valores y creencias constituyen las bases del coaching, de forma muy parecida a las tres patas de un taburete.
El coaching se centra en lo que un cliente desea; es decir, el objetivo, y en cómo puede conseguirlo.
Un coach estimula a las personas a conocer sus valores y a vivirlos en el logro de sus objetivos.
El coaching cuestiona las creencias limitadoras y refuerza las positivas mediante la acción, pues el hacer proporciona feedback.
La metodología del coaching facilita el cambio y el aprendizaje de las personas a partir de cuatro presuposiciones fundamentales:
Hacer mapas es una buena analogía para entender cómo damos significado al mundo.
El mundo es tan vasto y tan rico que para que cobre sentido para nosotros, tenemos que simplificarlo.
Por lo tanto, los mapas que nos hacemos del mundo son selectivos, dejan de lado información al mismo tiempo que nos la brindan.
Son de un valor incalculable para explorar el territorio. No obstante, nuestra apreciación del mundo termina siendo un mapa. Esta representación, siempre puede enriquecerse y actualizarse con el pasar del tiempo para hacerlo más funcional.
Cuando se trata de cambiar y mejorar para ser excelentes en algo, el deseo puede chocar con la realidad de tener que hacerle frente al complejo mundo que tenemos por delante. De hecho, hay ocasiones en las que ni siquiera sabemos por dónde comenzar, ni qué debemos hacer para traducir nuestras intenciones en logros.
En esta línea, la complejidad de los desafíos que se nos presentan, nos puede paralizar y frustrar. Por lo tanto, si no somos capaces de descubrir los factores que forman parte del sistema relacionado con el reto que tenemos por delante, se nos puede dificultar alcanzar los resultados que buscamos.
La modalidad de pensar sistémicamente va más allá de analizar lo que se considera un incidente independiente. En cambio, toma en cuenta la mayor cantidad de posibles factores que pueden afectar nuestro desempeño.
Ante un problema, el pensamiento sistémico no se detiene tan solo en las partes, sino que enfoca su atención en el todo y las partes. Es decir, este modo de pensar, se centra en la relación del todo con las partes y de las partes con el todo. En consecuencia, produce una visión global que no cercena la realidad del territorio en el que transitamos, por el contrario, es más integral y completa.
Mientras más factores consideremos en un proceso de coaching, el mapa de la situación será más completo, por ende, el cliente podrá ejercer mayor influencia sobre los resultados que busca.
En ocasiones, podemos considerar que existen personas más listas y talentosas que nosotros.
A veces nos puede parecer que otros nacieron para que la vida les sonriera siempre.
Sin embargo, este principio resalta que contamos con los recursos internos necesarios para lograr los cambios que deseamos, pues todos tenemos el mismo sistema nervioso. Y si es posible para otros, también es posible para nosotros.
Por esa razón, el coach trata siempre a su cliente como si tuviese todos los recursos que necesita, solo le ayuda a descubrir cómo utilizarlos.
Con este principio se le da poder al cliente, pues tiene la capacidad de aprender o echarle mano al recurso que necesita, el cual muchas veces está dentro de la persona, solo que esta es inconsciente.
Por esa razón no es el coach quien tiene las respuestas, estas siempre las tiene el cliente.
El coach ayuda a su cliente a descubrir la situación en la que se encuentra, trabaja con él sobre clarificar sus objetivos y valores, le facilita descubrir dónde puede hacer cambios.
Esto permite al cliente buscar nuevos recursos a nivel interno, en lugar de depender de recursos externos, que es lo que hace la mayoría.
Ahora mismo todos estamos haciendo las cosas lo mejor que podemos hacerlas. No obstante, mientras más conocimientos tenemos, un repertorio más amplio de opciones de acción seremos capaces de percibir.
Es por eso que el coaching es conocido como la disciplina de las opciones, precisamente porque sube los niveles de conciencia sobre lo que se puede hacer. De hecho, subir los niveles de conciencia, es uno de los cuatro elementos clave del coaching. Y a más conciencia, más posibilidad de acción y más probabilidad de hacer realidad lo que nos proponemos.
De esto se trata liberar la mejor versión de las personas, de hacerlas conscientes de nuevas opciones que seguro existen, de descubrir aquellos recursos internos que les permiten avanzar hacia adónde quieren ir.
Esta confianza en la capacidad de las personas abre las posibilidades, porque si todos contamos con la posibilidad de descubrir una opción más apropiada, una que satisfaga nuestras intenciones, seguramente la adoptaremos y haremos realidad lo que deseamos.
Los comportamientos que aparentan ser más dañinos, agresivos y hasta desconsiderados, tienen su origen en un propósito positivo, ya sea para preservar algo o para obtener una ganancia secundaria.
Por lo tanto, todas las acciones persiguen siempre algún beneficio para quien las lleva a cabo. Veamos algunos ejemplos. Gritar puede servir para obtener reconocimiento o escucha; esconderse puede resultar útil como protección, hacer de víctima puede ayudar a ganar atención.
Ambos ejemplos pueden ser percibidos como apropiados, dado el contexto en el que se llevan a cabo y desde la perspectiva de quien los lleva a cabo. No obstante, otros pueden considerarse inapropiados.
En esos casos, en lugar de condenar los comportamientos problemáticos, podemos buscar la intención positiva que los motiva para sustituirlos por otras conductas más apropiadas o coherentes que satisfagan el propósito inicial.
Esta es la última y tal vez la presuposición más importante del coaching, ya que, sin ella, todo lo demás no son más que bonitas ideas.
Muchas personas comprenden por qué están atascadas, pero sin acción no pueden cambiar nada.
Todo coaching que no genere un nuevo comportamiento es inútil. Esta es la razón por la cual, toda sesión de coaching siempre termina en un primer paso de acción.
Una sesión de coaching funciona de la siguiente manera. Al iniciar la conversación, el cliente elige el tema de conversación en función del objetivo final que se acordó al inicio del proceso.
El coach escucha a su cliente y contribuye a la conversación mediante observaciones y preguntas.
Las preguntas del coach se alinean a las diferentes etapas de un método de coaching y siguen un proceso. Por lo tanto, existe una estructura detrás de la conversación.
Este método interactivo genera mayor compromiso y motiva al cliente a actuar. Lo cual, termina generando mayores niveles de confianza y felicidad en los coachees.
El coaching acelera el avance de los objetivos del cliente, al proporcionar mayor enfoque y conciencia de sus posibilidades de elección.
El coaching toma como punto de partida la situación actual del cliente y se centra en lo que este está dispuesto a hacer para llegar a donde quiere estar en el futuro.
Existen múltiples escuelas y corrientes de coaching, por lo tanto, la estandarización es sumamente importante para que la labor de un coach sea efectiva durante una sesión.
Las nuevas 8 competencias de coaching de ICF están divididas en cuatro grupos y son las siguientes:
Cimientos
Demuestra una práctica ética.
Encarna una mentalidad de coaching.
Cocrear la relación
Establece y mantiene acuerdos
Cultiva confianza y seguridad
Mantiene presencia.
Comunicar con efectividad
Escucha activamente
Evoca conciencia.
Cultivar aprendizaje y crecimiento
Facilita el crecimiento de cada cliente.
Estas competencias proporcionan una base sólida para el ejercicio del coaching y los programas de formación de coaches.
Existen diferentes tipos de coaching de acuerdo a la especialidad del coach, por lo tanto, los clientes varían en función del servicio que adquieran.
Sin embargo, los clientes de coaching suelen poseer las siguientes características:
Son personas deseosas de mejorar y progresar.
Tienden a ser personas clave en una organización.
Manifiestan una tendencia hacia el alto desempeño.
Buscan desarrollar sus habilidades interpersonales.
Necesitan recursos para manejar situaciones de cambio.
Enfrentan un cambio de vida o profesional importante.
Suelen ser exitosas y quieren tener aún más éxito.
Necesitan enfrentar un cambio de vida importante.
Buscan manejar una transición de forma efectiva.
Quieren mejorar sus relaciones y colaborar con otros.
Quieren marcar la diferencia en sus propias vidas.
Desean impactar positivamente en la vida de otras personas.
El coaching no va dirigido a personas en busca de una receta para solucionar problemas, quienes no están dispuestas a cuestionar su manera de actuar.
Tampoco es útil para individuos con problemas psicológicos, pues se trata de desarrollo personal, no salud mental.
En vista que el coaching puede ser utilizado a nivel personal o empresarial, los beneficios del coaching pueden ser los siguientes:
Desarrollar nuestras habilidades y fortalezas.
Aumentar la satisfacción personal.
Tomar mejores decisiones.
Descubrir lo importante.
Mayor confianza.
Más felicidad.
Desarrollar habilidades de liderazgo.
Atraer y retener a los mejores talentos.
Crear una cultura de coaching.
Mejorar la comunicación.
Aumentar la productividad.
Incrementar la innovación interna.
Más trabajo en equipo y colaboración.
En este artículo, hemos procurado presentarte un panorama general sobre qué es el coaching. No obstante, si gustas ampliar tu información sobre el tema, te sugerimos revisar la guía de coaching, donde seguro encontrarás más recursos que te ayudarán a comprender esta poderosa metodología.
También te invito a echar un vistazo a nuestro programa de certificación de coaching bajo-demanda, basado en un modelo de suscripción, lo que te brinda toda la conveniencia que buscas para formarte y certificarte como coach.
¡Gracias por tu atención!
"en pequeñas cosas, como un artículo, puedes encontrar la fuente de grandes cambios".